Triumph Bonneville Bobber

Los fabricantes responden cada vez más a la demanda de motos clásicas con una gama creciente. Triumph empieza a tener una buena gama con sus Bonneville y Thruxton y sus diferentes variaciones. Triumph se atreve con la nueva Bonneville Bobber. Una bobber es, ante todo, una máquina despojada de todo artificio, por lo que es una moto sin florituras con un aspecto crudo que va a lo esencial.

La Bonneville Bobber se inscribe en este espíritu con su trasera minimalista y su suspensión monoplaza. Los fuelles de la horquilla acentúan el aspecto vintage, señala el concesionario de motos de segunda mano en Málaga Crestanevada. Pocas motos de producción pueden presumir actualmente de estar tan cerca de una auténtica Bobber y esta moto es un auténtico placer para la vista en medio de máquinas a veces demasiado convencionales para los que buscan la originalidad.

Como su nombre indica, hay partes de Bonneville, especialmente el motor 1200 de refrigeración líquida de la T120, que ha sido modificado para obtener más par motor en los bajos para adaptarse mejor a este estilo. El chasis de esta Bobber tiene poco que ver con el de la Bonneville, con la suspensión trasera engañosamente rígida (el amortiguador trasero está escondido en el centro) y el asiento autoportante que tiene el privilegio de ser ajustable en profundidad. Personalmente, la presencia de una transmisión por cadena me parece una vergüenza. Aunque la cadena encaja bien con el espíritu Bobber, un cinturón habría sido más bonito para el uso diario.

Detrás de esta imagen de la vieja escuela, esta Triumph Bobber no es menos moderna con sus dos modos de conducción (Road y Rain), su iluminación LED y su ABS.